No penséis que desdeño su gran arte,
mas la vida me quema las entrañas
y horas pierdo buscando entre marañas
de estos versos, si lucho por rimarte.
Ya quizás no es opción el que yo me harte
del malvado soneto, pues me engañas:
¨No te harán los tercetos mil migrañas
si de buenos cuartetos creas baluarte¨
¡Ay, la rima pervierte mi buen juicio!
Encontré mal perdida mi vigilia
creando, triste este encargo, vil indicio
de tu engaño, y nadie me auxilia.
Me rebelo al penúltimo y a ti, rima,
mi corsé opresor, yo, te asesino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario