martes, 15 de noviembre de 2016

EL RUIDO DEL SILENCIO

Se hizo el silencio, como si el sonido anterior hubiese copado todo lo que debía oír en su vida. Estallo en sus oídos, tan antinatural y profundo que empezó a escuchar la misma esencia del silencio: amortiguado, inmenso y vacío… como estar sin ser y con la urgente necesidad de acabar con él.

Y daban igual los gritos, los lloros o el fragor reinante… daba igual la consciencia de que todo lo que ocurría a su alrededor causaba un ruido ensordecedor, pues tras la explosión todo era silencio en los oídos rotos de Aisha.

1 comentario:

  1. Bien escondido el final. El silencio absoluto tiene algo de desasosegante. ¿Sabes que muchos sordos oyen ruidos?.

    ResponderEliminar