Más temprano de lo habitual, lo
fue a buscar su padre. Él ya estaba despierto, no lo había dejado dormir la
emoción: aquel día se convertiría en hombre de verdad… un hombre puro que
serviría bien a su comunidad. Su padre sonreía, aunque algo en su interior se estremeció
al mirarle a los ojos. Lo acompañó hasta donde aguardaban los ancianos del
pueblo, lo saludaron y felicitaron. Estaba exultante: le consideraban uno de
ellos. Ni siquiera se preocupo cuando le desnudaron y lo tumbaron.
Pero luego sobrevino el dolor… un
dolor que no podría olvidar jamás. Todo quedaría grabado en su mente: el olor a
sangre, que haría que se le revolvieran las tripas cada vez que cortara carne;
el extraño sonido mudo que acompañó a la cuchilla al adentrarse en su ser, el
sabor del cuero que mordía, los cánticos de los hombres ahogando sus gritos…todo
grabado, indeleble, como su mutilación.
Jamás sabría lo que es una
erección, ni conocería la sensación de explotar tocando el cielo dentro de otro
cuerpo, ni se le permitiría disfrutar de su autoconocimiento. No lo echaría de
menos… no había llegado a conocer. Lo que sí experimentaría sería el escozor al
orinar y el sufrimiento cuando le extrajeran el esperma para dejar embarazada a
su esposa… su esposa entera y plena. Pero era un hombre puro y su gente estaría
orgullosa de él… eso era lo que importaba.
¿Un cambio justo?
¿Acaso importa? Esto no es más
que una historia… al fin y al cabo nadie permitiría que esto ocurriera… ¿o sí?
Crudo hasta casi ser físicamente doloroso. De la realidad que describe, sobran las palabras. Si alguien no quería entender antes esta aberración, le has golpeado con el cambio de género para que no tenga dónde esconderse. Del texto, estupendo pulso de rabia contenida y toda la crueldad de la ironía bien manejada.
ResponderEliminarMe quito el sombrero.
Muchas gracias Miguel, es un tema contra el que creo que no se lucha con toda la intensidad que se debe, sobre todo cuando destroza una parte vital de la mujer.
EliminarMuchas gracias Miguel, es un tema contra el que creo que no se lucha con toda la intensidad que se debe, sobre todo cuando destroza una parte vital de la mujer.
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