lunes, 15 de junio de 2015

-ne- al am-r en un p-r-al

La mirada clavada en la mirada:

un enlace, que cruza el aire y el mar

de cerveza y de carne que llena el bar.

Ella indica que inicie la jugada.

El índice la guía hacia la arcada.

Calla la muchedumbre del lugar

la marea carnal creada de un lunar,

cerca, la galería auxilia la amada.

En la umbría acaricia la figura

rival. La lengua haya vida nueva

y dibuja en carmín la nuez madura .

La luz vecinal quiebra, en blancura,

la idea de un final feliz en la cueva.

Ducha fría, le dice caradura.

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