Había hecho esa promesa hacía demasiado tiempo, pero era el
tiempo que le había llevado planearlo para que la única consecuencia fuera la muerte
de su víctima.
Tomó la pluma y la libreta como siempre hacía. Visitó a su
presa y dejó que la invitara a café. Su mano aleteó sobre la taza de él camino
del azucarero. La sustancia cayendo fue imperceptible a la vista. Removió su taza observando el primer sorbo
del monstruo, todo encubierto en una conversación mortificantemente trivial. Tendría
paciencia, el veneno que había ideado tardaría varios días en volverle las vísceras
del revés. Para entonces nadie relacionaría la muerte con su visita.
La descripción era precisa, incluso las lágrimas huecas y con
sabor a victoria que cayeron de sus ojos al contemplar como tapiaban el nicho
del muerto. La autora dejó la pluma satisfecha: había perpetrado el crimen
perfecto.
Bonito texto. Hoy me levante crítico. En primer lugar, el tipo de letra dificulta ver la puntuación. "el diseño de anillo era uno de su mayor orgullo." no me cuadra, suena muy raro. Y detrás de "revés" yo no pondría dos puntos. Por lo demás (y esto se pule fácil) es un estupendo texto.
ResponderEliminarHecho, muchas gracias por los apuntes, sí que le vienen bien, la letra intentaré cambiarla, cacharreando un poco
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