El sol en la
cara, risas de fondo, el olor a primavera. La mano de él en su mano. Pasean
hasta un banco del parque, a ella le duelen los pies, los tacones. Él la besa y
ella se intenta perder en sus labios.
Pero su dolor
se intensifica. Pierde la concentración. La imagen comienza a arder como un
fotograma demasiado usado.
Sabe que está
en la sala por el olor metálico y, sin verlo, sabe que él… no el mismo él, la
acompaña. El dolor le sube desde los talones. Se tensa y el cuero le muerde las
muñecas. Desprovista de escudos, el grito le desgarra la garganta.
Tiene potencia. Yo ampliaba.
ResponderEliminarSalud.
Ampliabas? Pues lo he intentado recortar al máximo... ¿Por dónde ampliarías?
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarA mi me suena a fragmento. ¿Por dónde? yo no soy el autor :-)
EliminarUff qué mal cuerpo :S
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